«Poder participar de instancias de intercambio en el exterior revaloriza nuestra profesión como docentes», Ricardo Romero Bellizzi, estudiante de la Universidad de la Ciudad

Entrevistamos a los diez estudiantes de la Universidad de la Ciudad que han vuelto recientemente de una estancia académica de dos semanas en la Universidad de Hamburgo, Alemania. Nos cuentan por qué eligieron participar del programa de movilidad, qué imaginaban de esta experiencia y qué enseñanzas les dejó.

Autoridades de la Universidad de la Ciudad reciben a los/as becarios/as

Valeria Rissotto Britos (34), Marisol Leal (31), Ricardo Romero Bellizzi (35),Sol del Milagro Accari (24), Rocío Parisi (23), Franco Waldemar Montigel Rodríguez (33), Iara Hurevich (23), Florencia Gonzalez Rodríguez (33), Lucero Simoes (20), María Laura Domínguez (21) fueron seleccionados/as para participar del primer programa de intercambio de estudiantes de la Universidad de la Ciudad. A pocos días de su regreso de Hamburgo, Alemania, los/as recibimos para compartir sus experiencias, sensaciones y balances.

―¿Por qué eligieron participar de este programa de movilidad con Alemania?

F. Montigel Rodríguez―En mi caso, me postulé al programa de movilidad porque me parecía interesante ver cómo educan a los alumnos en otra parte del mundo, con sus fortalezas y debilidades. Como estudiante del Profesorado en Educación Física del Instituto Romero Brest, me interesaba conocer la conexión entre las escuelas y los clubes y la práctica de los deportes en la escuela.

I. HurevichMe interesaba mucho participar de un programa de movilidad en el exterior, independientemente del lugar donde fuera. Me llamaba mucho la atención la posibilidad de vincularme con personas de otros países, otra cultura, otro ambiente,. Conocía experiencias similares de amigos que pudieron hacer un intercambio. Yo quería vivirlo.

S. Accari―El año pasado, tuve la posibilidad de participar de los seminarios que brindaron los profesores de la Universidad de Hamburgo en su visita a la Universidad de la Ciudad. Me pareció una universidad que tiene mucho para aportarnos. Cuando vi la convocatoria, no dudé en postularme.

L. Simoes―Yo nunca había visto una convocatoria así desde que empecé mi carrera en el Instituto Dickens. Me dije a mí misma: «Tengo que aprovecharla». Nunca había ido a Europa, y esta era la oportunidad para conocer otro sistema educativo. 

R. Romero Bellizzi―Creo que era una oportunidad única de conocer otro sistema educativo en un contexto muy diferente al nuestro. En otros lugares del mundo, estas oportunidades de movilidad son muy comunes; quizá acá no tanto. Y creo que poder participar de instancias de intercambio en el exterior revaloriza nuestra profesión como docentes.

―¿Cómo imaginaban esta experiencia de intercambio en otro país? Finalmente, ¿se encontraron con aquello que imaginaban?

F. González―En un principio, imaginé un proyecto menos dinámico, con clases teóricas todo el día. Pero me sorprendió gratamente ver la diversidad de actividades que tenía el programa. Fue una experiencia INCREÍBLE. Superó todas mis expectativas.

I. HurevichMe pasó lo mismo. No imaginaba tanta variedad de actividades. Pensaba que íbamos a estar la mayor parte del tiempo en la Universidad en alguna clase teórica. Cuando recibimos el cronograma, nos dimos cuenta de que nos proponían una variedad gigante de actividades: las clases en sí eran muy diversas. Tuvimos clases en el campo de deportes totalmente distintas a las clases a las que estamos acostumbrados: tenían que ver con el movimiento, con moverse, estar descalzos, vincularse con los otros, pero todo desde lo corporal. Eso no se genera en una clase tradicional porque estamos todos sentados.

L. Simoes―A los de Educación Física también nos sorprendieron estas clases. Enseñan otro tipo de deportes, con mucho más material. Hasta tuvimos una clase de mindfulness, hicimos meditación.

¿Qué similitudes y diferencias encuentran entre la Universidad en Alemania y la Argentina?

V. Rissotto Britos―La respuesta depende mucho de la universidad argentina con la que se compare a la Universidad de Hamburgo, que fue la que pudimos conocer, pero hay varias diferencias en los sistemas universitarios. Hamburgo tiene un sistema de créditos que hace un poco más flexible el sistema que el nuestro, aún con las materias optativas. Las clases son más cortas (al menos las que nos tocó participar). Además, sus títulos de grado (bachelor) son más cortos que los nuestros y, para obtener el título docente, deben realizar una maestría. En líneas generales, pareciera que leemos a los mismos autores europeos. Faltaría saber si ellos leen a los autores latinoamericanos que estudiamos nosotros, aunque se mencionó a Freire en una clase.

Por último, pareciera que las clases en la Universidad de Hamburgo tienen un mayor balance entre teoría y práctica en situ (en el aula) que la que encontramos en nuestra formación. Esta práctica también lleva a que gran parte de la clase esté centrada en los estudiantes, quienes en todas las clases (en las que estuvimos) tenían que participar activamente exponiendo un tema, dirigiendo una actividad, inventando un juego o diagnosticando un problema y diseñando una propuesta para su resolución.

R. Parisi―En cuanto a las diferencias, el nivel de financiamiento estatal hacia la educación es notablemente mayor en Alemania, lo que se refleja en la disponibilidad de recursos para proyectos educativos y compra de materiales. Esta inversión permite una infraestructura más moderna y equipamiento de calidad en las aulas, lo que enriquece la experiencia educativa de los estudiantes.

Otra diferencia importante es el sistema educativo y la estructura de las carreras. En Alemania, el sistema de créditos ofrece a los estudiantes una mayor flexibilidad para diseñar su propio plan de estudios y elegir las materias que desean cursar. Además, la posibilidad de obtener dos titulaciones en una carrera es única en el sistema alemán y ofrece a los graduados una ventaja competitiva en el mercado laboral.

En cuanto a las similitudes, ambos sistemas educativos comparten el objetivo de proporcionar una educación de calidad que prepare a los estudiantes para enfrentar los desafíos del mundo laboral. Además, en ambas culturas, existe un fuerte compromiso con la formación integral de los individuos.

―¿Hay algo que les haya llamado la atención durante la estancia?

S. Accari―Me sorprendió mucho la apertura que tuvieron las autoridades de la Universidad con todos nosotros en todos los sentidos: participaron de todas las actividades con nosotros, siempre los sentimos al lado nuestro. Se súper involucraron con nuestra experiencia. Eso creo que fue muy disruptivo a cómo vemos nosotros a las autoridades.

En cuanto a lo social, quizá debo admitir que esperaba más apertura. Solo se generaba algún acercamiento con los/as estudiantes si nosotros impulsábamos esa apertura. Ahí quizá sí sucedía. 

R. Romero Bellizzi―Coincido con Sol. Para mí, fue muy llamativa la cercanía de las autoridades y los docentes. Tuvieron un trato muy humano con nosotros.

F. Montigel Rodriguez―A mí me sorprendió mucho que quienes aspiran a profesores tienen en la carrera dos orientaciones.  Por ejemplo, si estudiás Profesorado de Alemán, tenés que elegir una orientación más, que puede ser matemática o historia u otra.

¿Qué balance hacen de esta experiencia de dos semanas?

S. Accari―De esta experiencia, me llevo un montón de ideas para el aula. Pero, sobre todo, me permitió abrir los ojos de otra manera respecto de lo que sucede en las aulas. Gracias al trabajo previo que hicimos con nuestra docente Florencia Camerano, pudimos ir con unos lentes puestos que nos permitieron observar un montón de aspectos de ambos sistemas educativos, similitudes, diferencias, que nos son útiles como profesionales. Saber que existen otras herramientas, recursos, y poder transmitírselos a nuestros/as estudiantes  recursos es muy importante para nosotros como docentes. No estamos encerrados dentro de un aula. Hay todo un mundo afuera. Es muy rico poder invitar a nuestros estudiantes, a nuestros colegas a que vean que hay otras maneras. Espero que seamos las voces para los que vienen.

R. Romero Bellizzi―Creo que siendo docente la línea entre crecimiento personal y profesional es casi inexistente. Uno cuando educa, pone en juego la persona que es. Haber participado de una experiencia como esta, que implicó tomar riesgos y animarnos a muchísimo, nos amplió nuestro mundo. Y abrir el mundo nos hace personas más íntegras para llevar adelante la tarea docente. En mi caso, descubrí a tarea docente como un desafío global: encontrar que compartimos con otros colegas de otras esquinas del mundo los mismos desafíos. Creo que tenemos que empezar a establecer redes. La tarea docente muchas veces es muy solitaria. Tenemos una gran oportunidad para ir haciendo redes y nutrirnos de las experiencias de otros docentes.

―¿Qué le recomendarían a un estudiante que está pensando en anotarse a una convocatoria de movilidad como esta?

M. Leal―Que lo haga, sin dudas. Es una gran oportunidad de abrir la mente, además de traspasar fronteras interculturales. A veces no contar en el momento con el dinero para viajar puede resultar un limitante, pero con tiempo y esfuerzo todo se consigue una vez que ya está pautada la meta. Nosotros, además, contamos con dos becas, una otorgada por la Universidad de Hamburgo, y otra por la DAAD, que gestionó Florencia Camerano, docente de la Universidad quien nos acompañó durante toda la experiencia. Eso nos ayudó un montón a alivianar los costes de habernos trasladado hasta allí, y a mantener los gastos que tuvimos.

R. Parisi―Les recomendaría que se animen y que no duden en anotarse. Es una experiencia que, sin duda, recordarán para siempre y de la cual estarán agradecidos por haber vivido. Esta oportunidad no solo ampliará sus horizontes académicos, sino que también les permitirá crecer personalmente al salir de su zona de confort y enfrentarse a nuevas situaciones y desafíos.

Participar en un programa de movilidad ofrece la oportunidad única de conocer personas de diferentes partes del mundo, compartir experiencias e historias, y enriquecer su perspectiva sobre la vida y el mundo que los rodea. Además, esta experiencia les brindará la oportunidad de desarrollar habilidades interculturales y de adaptación que serán valiosas en su futuro académico y profesional.

¡No dejen pasar la oportunidad de vivir esta experiencia! 

Si querés participar de una experiencia de movilidad, estate atento a las próximas convocatorias.