Reflexiones sobre inteligencia artificial y educación: los ensayos ganadores del Concurso 2025

La Universidad de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a través de su Secretaría de Investigación, Desarrollo e Innovación, llevó adelante la tercera edición del Concurso de Ensayos 2025, una iniciativa que promueve la reflexión crítica y la producción escrita sobre los desafíos y oportunidades que plantean las nuevas tecnologías en la educación.

Este año, el eje temático fue “Nuevas tecnologías e inteligencia artificial: uso e impacto en las aulas”, y reunió a docentes de todos los niveles educativos de la Ciudad de Buenos Aires. Los ensayos participantes coincidieron en que la inteligencia artificial (IA) ya forma parte de la vida escolar, y que el desafío principal no está en aceptarla o rechazarla, sino en definir su sentido pedagógico.

Entre los ejes comunes destacados, los autores subrayan que la IA no reemplaza a la escuela ni al docente, que el vínculo humano sigue siendo irremplazable, y que su uso debe contemplar los riesgos de dependencia y desigualdad. También se resaltaron las oportunidades que ofrece para personalizar el aprendizaje, crear actividades innovadoras o liberar al docente de tareas repetitivas, siempre que exista una formación sólida y un marco ético en su aplicación.

El jurado del concurso, integrado por Jorge de Celis, Graciela Paula Caldeiro y Guillermina Tiramonti, otorgó los siguientes reconocimientos:

Primer premio
“Reflejos y profecías” por  Valeria Odetti.

Segundo premio
“El pincel y el píxel” por Rocío Belén Andino 

Menciones especiales
“Representación de la IA en el ámbito educativo” por  Pablo Ariel Dominguez.

“La IA en la formación docente” por Ezequiel Moscato.

El ensayo ganador, “Reflejos y profecías”, propone una lectura crítica sobre la incorporación acelerada de la inteligencia artificial generativa en la enseñanza universitaria. A partir de las metáforas de los espejos y los oráculos, su autora invita a pensar cómo estas herramientas pueden reproducir modelos pedagógicos tradicionales o anticipar soluciones automatizadas sin reflexión previa. Sostiene que, frente a esa tensión, es indispensable recuperar el posicionamiento pedagógico como brújula ética y profesional. Enseñar en tiempos de algoritmos, señala, requiere más que eficiencia: requiere sentido.

Por su parte, el segundo premio, “El pincel y el píxel”, de Rocío Belén Andino Villalba, analiza el rol de la IA en la escuela primaria pública y propone el modelo de “Andamiaje Digital Asistido (ADA)”, un marco inspirado en Vygotsky que sitúa al docente como mediador indispensable. La autora plantea que la tecnología puede ser una aliada para la inclusión y la creatividad si se integra de forma ética, crítica y contextualizada.

Los ensayos premiados expresan una conclusión compartida: la inteligencia artificial puede enriquecer la enseñanza, siempre que se utilice con criterio pedagógico, enfoque ético e inclusión. En palabras de los participantes, primero va la pedagogía y luego la herramienta.